Con el tiempo y el uso, el fluido hidráulico dentro del amortiguador se descompone y pierde viscosidad. Los sellos también se desgastan, lo que puede provocar fugas de aceite o gas nitrógeno. La mantención regular previene estos problemas, asegurando que el amortiguador siga funcionando de manera óptima, absorbiendo impactos y controlando el movimiento de la suspensión de manera eficiente.
MODELO: FOX 3.0